
Son muy breves momentos, podría decir mejor, pequeños instantes, durante la jornada laboral o académica,a lo largo de nuestro día, donde niños, niñas y adultos recuperamos energías para seguir con lo que estamos haciendo. Tener momentos de dispersión para estimular la creatividad y volver a re-focalizar la atención, a través de estas pequeñas pausas y ejercicios pueden ayudarnos increíblemente a reducir la fatiga académica, laboral y mejorar muchísimo nuestro bienestar.
Recordemos que las pausas activas no son dejar de trabajar, o dejar de estudiar, o dejar de lado una actividad… ¡no! , una pausa activa es tomar pequeños descansos durante la jornada para que los músculos puedan liberar la tensión acumulada y por continuar con las labores sin sentir fatiga, dolor o cansancio. Por ejemplo, las personas que trabajan sentadas tienen gran presión en los glúteos y la zona poplítea, lo ideal sería que sus pausas activas fueran de pie, lo mismo con los que trabajan de pie, deben sentarse y liberar el punto de tensión que en este caso sería el tren inferior.
¿Por qué deben hacerse pausas activas?
En el trabajo los músculos que son llevados al extremo durante las extensas jornadas y permanecen estáticos acumulan desechos tóxicos que producen la fatiga, dolor en hombros y cuello, malestar emocional, lo que conocemos comúnmente como estrés, pero no necesariamente lo es. En realidad es tensión acumulada; esta tensión también puede presentarse en las piernas al disminuir la circulación ocasionando algunos calambres.
¿Cuánto deben durar las pausas activas?
Es recomendable hacer pausas activas al empezar la jornada para que los músculos tengan un estiramiento previo antes de iniciar nuestras labores, cada 2 ó 3 horas durante el día y al terminar la jornada, con una duración de 5 a 10 minutos. En este corto pero fundamental momento el cuerpo obtendrá la energía necesaria para continuar con las actividades y así disminuir los índices de enfermedades ocasionadas por el estrés o la fatiga, al igual que evitar lesiones y mejorar la productividad en las tareas que estemos desempeñando.
¿Cuáles son los beneficios de las pausas activas?
- Reducen la tensión muscular.
- Previenen lesiones como los espasmos musculares.
- Disminuyen el estrés y la sensación de fatiga.
- Mejoran la concentración y la atención.
- Mejoran la postura.
Aspectos a tener en cuenta…
- Manejo de la respiración
- Postura que adopta en trabajador para realizar la pausa, lo ideal sería una postura de relajación
- Tener conciencia de los músculos y articulaciones que estamos trabajando
- En los ejercicios se debe sentir el estiramiento, deben ser pausados y rítmicos; no deben causar dolor.
Actividades que podemos realizar en nuestras pausas…
- Ejercicios de movilidad articular generalizados.
- Ejercicios de flexibilidad generalizados.
- Actividades lúdicas.
- Ejercicios de concentración, agilidad mental.
- Otras actividades como:
- Movimientos circulares de cadera.
- Estiramientos, elevando hombros hasta los 90° y con el otro brazo ejercer leve presión en los codos.
- Girar la cabeza hacia un lado hasta que el mentón quede casi en la misma dirección que el hombro. Después realiza este ejercicio girando al otro lado.
- Inclinar la cabeza hacia atrás y permanecer durante 5 minutos en esta posición.
- Encoger los hombros hacia las orejas y permanecer en esa posición 10 segundos.
- Realizar movimientos circulares de tobillo.
- Estirar los brazos hacia el frente, juntar las palmas y mover las manos hacia arriba y abajo.
- Realizar ejercicios de relajación que consisten en inhalar y exhalar contrayendo el abdomen y relajando cada parte del cuerpo. La respiración debe ser lo más profunda, lenta y rítmica posible.
Al practicar durante varias semanas las pausas activas, favorecerás la autoestima, sentirás una mejora en la concentración, mayor motivación y se mejorarán las relaciones interpersonales por tu bienestar personal.
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