La inteligencia espiritual: El Adviento con niños es una gran oportunidad para desarrollar su inteligencia espiritual…
¿Qué debo saber?
El Adviento comprende los cuatro domingos anteriores al día 24 de diciembre. Los símbolos más tradicionales son la Corona de Adviento y el Calendario de Adviento.
La Corona de Adviento tiene un gran simbolismo: el círculo representa el infinito, el ciclo de la vida; las ramas de hoja perenne, la esperanza y la vida eterna; las cuatro velas simbolizan cada domingo de Adviento y la cinta roja el amor que une a la familia.
La tradición de celebrar el Adviento (y por tanto recuperar la Corona) está volviendo lentamente, con un significado no necesariamente religioso pero sí espiritual como periodo de reflexión, esperanza y agradecimiento. Me parece una época muy bonita, en la que los padres podemos preparar la Navidad con los pequeños.
¿Qué podemos hacer en un Adviento con niños?
Hacer manualidades relacionadas con la época, como nuestro propia Corona o Calendario.
Reflexionar sobre todo lo que ha ocurrido durante el año y lo que está por venir, profundizando en todo lo que a nosotros nos parezca que debemos incidir.
Prepararles para afrontar el bombardeo televisivo de juguetes de una forma más sensata.
¡Leer! Hay decenas de lecturas relacionadas con la Navidad.
Compartir aún más tiempo juntos, fomentando los valores que queramos trabajar y que parecen muy propios de la Navidad como la empatía, el respeto o la ayuda al prójimo.
Adviento para niños.
A final del mes de noviembre y cada domingo de diciembre,, cada semana de Adviento vamos a trabajar un tema.
- Que sea algo bien adaptado a su nivel de madurez.
- Lo suficientemente interesante como para que les motive trabajarlo y
- No excesivamente complicado.
A continuación os cuento como me nos hemos organizado para que trabajemos al menos cuatro valores que me parecen interesantes. Os propongo estas 4 ideas para trabajar en Adviento la espiritualidad con los niños:
Primer domingo de Adviento: Vamos a trabajar la AMABILIDAD.
Mi idea es hablarles de la importancia de ser amables con todo el mundo y de contar hasta 10 antes de explotar. De cómo nos sentimos cuando alguien nos trata bien y cómo nos sentimos cuando alguien nos trata mal. Lo cierto es que trabajando la amabilidad trabajamos muchos otros valores que están muy relacionados. La empatía, la ayuda al prójimo, la comprensión, la generosidad… Me parece un valor que va mucho más allá de enseñar a los niños a «dar las gracias«. Que también está muy bien, por supuesto, pero muchas veces los más pequeños repiten las cosas que les decimos de forma automática así que está bien profundizar en por qué somos amables con la gente.
La propuesta que les voy a hacer para esta semana es que cuando nos despidamos de alguien por la calle, por ejemplo, de la chica que atiende la panadería, o de un vecino, le deseemos que tenga un buen día y lo hagamos con una sonrisa. Es una acción muy sencilla que intento practicar todos los días y es increíble el efecto que tiene en la persona que lo recibe.
Y vamos a trabajarlo con un libro: ¨Cuando Soy Amable¨, de la colección «Sentimientos» de SM (colección súper recomendable, por cierto).
Cuando Soy Amable
Segundo domingo de Adviento. Vamos a reflexionar sobre EL AMOR INCONDICIONAL DE LA FAMILIA.
Es un tema bastante extenso así que ya veremos cómo se va dando esta semana. Quiero incidir en la idea de que aunque nos enfademos siempre nos seguiremos queriendo y en que la familia es el núcleo básico del individuo para poder desarrollarse saludablemente. Esta semana vamos a hacer especial énfasis en la lectura de un libro que nos encanta ¨Siempre te Querré, Pequeñín¨. Seguro que muchos conocéis el libro y lo tenéis en casa. Es uno de esos imprescindibles en cualquier biblioteca y perfecto para trabajar las rabietas. Que el niño comprenda que los actos pueden estar mal pero es no les convierte en malos y que nuestro cariño no es voluble, que con nosotros siempre podrán contar.
Tercer domingo de Adviento. La idea central va a ser valorar todo lo que tenemos y desarrollar la GRATITUD.
Los niños son muy pequeñitos todavía y apenas tienen conciencia del valor de las cosas y de que existe un mundo a su alrededor que no tiene tanta suerte como ellos. Como os decía antes, no quiero sobrecargar con un tema que es complicado de entender con su nivel de madurez pero sí que creo que podemos ir introduciendo algunas pinceladas para, al menos, ser conscientes de que tienen mucha suerte no sólo en lo material sino especialmente en lo espiritual. Porque no sólo tienen muchas cosas sino, por encima de todo, una familia que está comprometida por su bienestar, algo que por desgracia no tienen todos los niños del mundo. El libro que vamos a trabajar se llama ¨Te doy Gracias¨.
Cuarto domingo de Adviento. El valor que trabajaremos será la GENEROSIDAD.
Es un valor que me gusta mucho trabajar a los niños porque creo que la generosidad no es sólo una cuestión material sino también espiritual. Ser generoso, desde mi punto de vista, no es solamente compartir nuestros objetivos sino darnos a los demás sin esperar nada a cambio. Incluso ser generosos con nosotros mismos, que a menudo somos quienes más duramente nos juzgamos. Vamos a utilizar un libro muy tierno de Kalandraka que se llama ¨¿Somos Amigos?¨
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