Sentir y tener una autoestima adecuada es fundamental para el desarrollo de cualquier niño. De hecho, una buena autoestima mejora el estado emocional del pequeño y también sus relaciones sociales, potenciando su desarrollo cognitivo. En este sentido, la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría asegura que los niños con una autoestima adecuada se sienten más seguros de sí mismos, tienen más amigos y pueden discernir con mayor facilidad lo que hacen bien y mal.
Asimismo, la autoestima influye en la capacidad de los niños para afrontar nuevos retos, desarrollar diferentes habilidades y ser más autosuficientes. De hecho, los niños con una buena autoestima suelen ser más empáticos y asertivos, a la vez que aprenden con mayor facilidad y son más creativos. Por lo general, estas cualidades se van formando con el paso del tiempo, como reflejo de la percepción que los demás y, en especial, los padres, tienen del niño. Por eso, si deseáis fortalecer la autoestima de vuestro hijo, os comparto algunas estrategias que pueden ayudaros.
- Ámalo incondicionalmente, para que el niño se sienta realmente amado y querido, no deben existir disociaciones entre lo que dices y lo que haces.
- Evita comparaciones, lo mejor es que jamás compares, simplemente dile lo mucho que le quieres y destaca sus cualidades positivas.
- Darle responsabilidades, dejar que tome pequeñas decisiones.
- Destaca sus logros y esfuerzos, es importante el empeño, la perseverancia y el compromiso.
- Préstale la atención necesaria, dedicarle tiempo a tu hijo no es solo un acto de amor, es una obligación. La atención de los padres transmite un mensaje muy claro a los niños: “Eres importante para mí, te quiero”.
Un poquito más… Pensar nosotros como madres y padres tenemos que sentirnos orgullosos de nosotros mismos por todo lo que hemos logrado, por todo lo que hemos trabajado con nuestros niños y por la ilusión que tenemos desde el primer día para ayudarles a ser su mejor versión y por continuar en este camino de aprendizaje de niños felices.
Es indispensable tener una visión propia de madres y padres que están trabajando lo mejor que saben para conseguir que sus hijos alcancen sus propias metas. Nadie es perfecto, todos cometemos errores aunque todos sabemos que la intención es conseguir que nuestros hijos sean felices y tengan el mejor desarrollo personal, intelectual y emocional posible para conseguir éxitos y sepan a la vez, afrontar los miedos, frustaciones y problemas.
Decirnos a nosotros mismos, – sin culpabilizarnos y sin culpabilizarlos – servirá para mejorar nuestro lenguaje interno y también para que nuestros hijos sientan que no por ellos vamos a ser unos buenos o malos padres. ¡Evitemos nuestros propios juicios negativos! Uno, siente y hace de corazón, y de la mejor manera.
Por ejemplo:
- “Lo has hecho bien, esto ha funcionado y no ha sido nada fácil”
- “No ha ocurrido lo que esperaba, a lo mejor la próxima vez lo tengo que hacer de otra manera”.
Todos aprendemos de nuestros éxitos y de nuestros errores, y todos sabemos que ser padre no es una profesión que se aprende en cuestión de unas horas y algunos libros. Son muchas las novedades y las adaptaciones que como padres tenemos que hacer diariamente. Recuerda que la sociedad, las circunstancias, las vivencias, experiencias propias y el entorno en el que nosotros hemos sido criados son, muy diferentes al que hoy en día nuestros niños e hijos tienen. Viven, sienten, experimentan en otros ¨condicionantes¨, otras circunstancias, otras posibilidades y tienen otros enfoques de vida.
Decir a nuestros hijos:
- “Lo has conseguido, te has tenido que esforzar un montón, ¿Cómo conseguiste llegar hasta el final sin rendirte?
- “Mira. Lo has intentado, ¡tú has puesto todo lo que has podido de tu parte!, lo importante es que si lo has intentado una vez, la próxima lo harás con mucha más fuerza”.
- “¿Cómo conseguiste eso?, no debió ser nada fácil”.
- “Tuviste muchas ganas de tirar la toalla, ¿qué te hizo seguir?”
- “A mí me hubiera costado un montón hacer eso”.
- “¿Cómo lograste que…?”.
- “¿Cómo decidiste tomar esa decisión?”.
- “Te acuerdas cuando tuviste aquel bajón y seguiste para adelante…”
- “Sé que no es fácil, y que va a haber muchos cambios, aunque el esfuerzo sé que le vas a hacer”.
- “Con lo que ha ocurrido, yo no sé que hubiera hecho, estoy orgullosa de ti”
- “¿De dónde sacaste las fuerzas para intentarlo otra vez?”
- “A pesar de todas las dificultades que has tenido, has conseguido…”.
- “No es una edad fácil, todos te piden que seas mayor y a la vez no te permiten cosas como si fueras pequeño, ¿cómo te las arreglas?”.
- “¿Qué te dicen… cuando consigues…?”.
- “¿Cómo te demuestran…. que has conseguido lo que te proponías?”.
- “¿Tienes que haber hecho un montón de cosas para conseguir…?”
- “¿Qué dificultades te has encontrado para conseguir…?”
- “¿Cómo conseguiste superar todo lo que se puso por delante?”
- “¿Qué personas te han apoyado para llegar hasta aquí?”
- “¿Qué estrategias utilizas para…?”
- “¿Cómo valoran los demás lo que has conseguido?”
- “¿Cuándo decidiste que las cosas tenían que cambiar?”
- “¿Qué les dijiste a los demás para conseguir?”
- “¿Cómo aguantaste para intentarlo una y otra vez?”
- “¿Qué te dices a ti mismo/a para sacar fuerzas y seguir trabajando?”
- “Quizás no conseguiste lo que esperabas, aunque has logrado…”
- “¿Qué hiciste de diferente para lograr…?”
Mis preferidas…
- ¡Has sido capaz de hacerlo!
- Sí necesitas algo, pídemelo.
- Estoy muy orgullosa de ti.
- Sabes que te quiero mucho.
- Puedes llegar donde tú quieres.
- Yo sé que eres bueno.
- Sé que lo has hecho sin querer.
- Creo lo que me dices.
- Noto que cada día eres mejor.
- ¡Qué sorpresa más bonita!
Tener en cuenta: Practicar de forma consciente es la mejor estrategia de actuación.
- No anclarse en situaciones tormentosas del pasado. No dejan avanzar y visualizar con claridad estas situaciones como aprendizajes de superación.
- Adelantarnos al futuro, tender la ayuda de anticiparlos para que piensen, reflexionen, reconozcan, y crean en las estrategias que ya tienen, de esta forma sólo habrá que ponerlas en ¨acción¨ cuando se necesiten.
¨El amor hace que se sienta un niño feliz¨
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