
En la crianza son muchos los temas, las reglas y las sugerencias que se pueden encontrar, día a día y concretaría minuto a minuto, sin embargo destaco con mucha importancia, que el ejemplo es primordial, pero que el amor y el respeto son esenciales.
El amor es la energía más potente que existe para crear, construir, actuar y crecer. Es en la familia donde se crean las estructuras que más que más adelante sostendrán con mayor o menor fuerza las emociones de una persona, para que enfrente los retos y emociones del día a día de la vida.
El amor de los padres ayuda a los niños a aceptar los valores y las reglas de su hogar. Una familia unida en el amor permite que los niños encuentren en ella personas con las que pueda identificarse, ejemplos para imitar, y valores y tradiciones familiares; aprenden a aferrarse a un sistema de apoyo al cual recurrir en los momentos de necesidad…
Debemos entonces profesar con el ejemplo,no olvidemos que los niños están en pleno desarrollo integral y emocional. Os presento, 5 tips, que considero de mayor importancia y prioritarips para seguir educando con amor y respeto:
- Tanto el AMOR como el RESPETO son dos de los valores más importantes que debemos inculcar en nuestro grupo familiar. Fortalece las relaciones entre sus miembros.
- Darles afecto y respetar a nuestros hijos los hace individuos más seguros.
- Hace que establezcan más y mejores relaciones interpersonales.
- Al ser respetados aceptaran diferencias y respetaran a los demás.
- La parte afectiva(Criar con AMOR) perdurará con un buen ejemplo hasta su edad adulta.
La crianza con amor se fomenta realizando:
Actividades juntas, compartir momentos de juegos, vivencias sencillas como puede ser un paseo, actividades y tareas escolares, ratitos de charla, diálogo.
No olvidéis tratar los problemas de parejas solucionándolos en privado, para no perjudicar sus emociones y por supuesto: Enseñar con el ejemplo.
Muy feliz día internacional del BESO!
¿A quién le habéis besado al despertar?
¿Quién será la última persona de este día que recibirá vuestro beso?
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