Hoy quiero dedicarle estas lineas a una compañera muy especial: Cococito. Ella ha intentado algo con todo su corazón y coraje y no le ha sido posible. Es un caso muy delicado por el cual ella, y su hermosa familia seguirá luchando.
Existe un niño que no podía hablar, tenía una historia tremenda a sus espaldas y ni siquiera podía contarla.
Ese niño llegó a su vida hace unos meses, sin hablar, sin sonreír, sin parar de llorar y muy asustado.
Día a día, en su aula, fué evolucionando y decidió comunicarle su primera palabra: mamá.
Ella, con su ternura y paciencia, le explicó que ella no era su mamá… que era su seño… pero él seguía insistiendo.
Los demás niños comenzaron a burlarse por esto mismo, así que un día les dijo: ¿No sé de que os reís?, yo soy la mamá de todos… soy la mamá del cole! . Esa respuesta les contentó a la clase entera y ya nadie se extrañaba de oírlo decir mamá cuando la llamaba cada mañana.
Ese niño no se merecía sufrir más, pero la vida aún no se ha enterado… se llevo a su papá, la única persona que lo cuidaba en el mundo.
Esta MAMÁ maestra de gran corazón lleva intentando ser familia de acogida urgente, pero no le dejan. Cumple con todos los requisitos, cumple con el periodo de selección, pero aún así y siendo la única persona de apego que tiene el niño, no basta.
¿Cómo pueden estar los menores y más aún los menores con necesidades especiales deberían tener un ¨protocolo¨personal ligado a la HUMANIDAD no a la burocracia?. Cómo el niño que está solo, al que sólo le queda una familia que está dispuesta a ofrecer y darlo todo… a pruebas, a entrevistas, a lo que sea por tener la OPORTUNIDAD de darle a este niño una familia temporal(si no les dejan más), aunque sólo sean un medio de tránsito en el que los intereses del niño estarían por encima de la simpleza de un papel… Unamos ESPERANZAS de que este niño y que esta dulzura y emocionante familia consigan abrazar y cuidar de este pequeño.
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