En esta web somos facilitadores de Disciplina Positiva, siendo una forma de educar a nuestros hijos basada en la amabilidad y la firmeza, el respeto y la colaboración y la búsqueda de soluciones en lugar del castigo.
En Niños Felices nos gusta destacar que hay muchos aprendizajes, herramientas y habilidades comunes que hacen que padres y madres sean cada día mejores. Tú los tienes y la llave de esta fabulosa caja de herramientas la tienes tú, sólo consiste en usarla. Un trabajo en equipo, ¨en familia¨, es mucho más fructífero y motivador, teniendo en cuenta los beneficios de la Disciplina Positiva en nuestro entorno familiar. Comparto con vosotros la entrevista realizada para la revista CIPE.
¿Por qué crees que la Disciplina Positiva presenta aprendizajes que también nos pueden servir en el entorno familiar?
La Disciplina Positiva está basada en los principios de la Psicología Individual, que tiene como objetivo el crecimiento del individuo dentro del grupo, tomando como punto de referencia una de las necesidades o motivaciones más básicas para el ser humano: pertenecer. Esta metodología nos ayuda a conectarnos con nuestras propias necesidades así como a conocer las de los que nos rodean, propiciando un ambiente de cooperación centrado en una pertenencia sana en el grupo y en la búsqueda de la realización personal dentro del mismo. Su aplicación a nivel familiar está cambiando el estilo educativo en todo el mundo, ayudando a las madres y padres a guiar el crecimiento de sus hijos desde el entendimiento de cada proceso de su desarrollo, desde el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones ante retos cotidianos. La aplicación propia y continua en el entorno familiar, fortalecería el trabajo en equipo y nos permitiría crecer mientras aportamos ¨todos¨ a un proyecto común.
¿Qué aprendizajes serían los más importantes y los más extrapolables al mundo educativo familiar?
Sin duda el concepto «gana-gana», la cooperación desde el respeto mutuo. Para ello es necesario que los miembros de un grupo, en este caso, los hijos, sientan que se les tiene en cuenta, que pueden aportar y formar parte de la toma de decisiones y la búsqueda de soluciones. El ejemplo es muy fácil: cuanto más «nuestra» sintamos ser miembro de la familia (pertenencia), más motivados estaremos para trabajar y realizarnos poniendo nuestro granito de arena. Fomentar la cooperación en lugar de la rivalidad genera siempre mejor ambiente de trabajo. Si comparamos el mundo laboral con el entorno familiar sería así: Todos necesitamos un sueldo a final de mes para pagar gastos y facturas, pero eso no nos hace dar lo mejor de nosotros, no nos motiva a poner toda nuestra pasión y nuestro esfuerzo, sólo nos lleva a «cumplir». Si podemos transmitir a nuestros hijos que el proyecto familiar es de cada uno de ellos, que no sería lo mismo sin sus aportaciones, colaboración o su trabajo, trabajarían de manera mucho más productiva, desde la motivación.
… Un ejemplo para entenderlo mejor!
Es muy sorprendente observar cómo las empresas que implican a sus empleados, ya sea pidiéndoles valoraciones, opiniones, sugerencias o posibles soluciones, tienen unos resultados mucho más positivos que aquellas en las que, una vez más y como en los estilos educativos más tradicionales, vamos a OBEDECER, a que nos manden y, en definitiva, no nos tengan en cuenta, o incluso en las que se ofrecen incentivos, y como consecuencia, un ambiente de competitividad brutal.
Si un empleado sólo es tenido en cuenta por sus superiores «si es el mejor», no le interesará un buen trabajo en equipo, sino una estrategia para «pisar» a sus compañeros. Esto genera grandes tensiones y no fomenta un clima cómodo de trabajo. Si ese mismo empleado es tenido en cuenta por aportar, al mismo nivel que las aportaciones de los demás, eliminaremos la competición y generaremos EQUIPO. Fomentar la cooperación en lugar de la rivalidad genera siempre mejor ambiente de trabajo.
¨La Disciplina Positiva nos enseña a trabajar en grupo sin perder de vista las potencialidades individuales¨
¿Por qué crees que está habiendo un cambio de paradigma en la relación con los hijos y en general en las relaciones sociales, lejos del «ordeno y mando»?
Es un cambio necesario que la sociedad demanda de manera natural y casi sin darse cuenta. Afortunadamente nos estamos dando cuenta de que no se puede educar como se hacía hace 100 años. Todo avanza y en su día pudo estar bien y ser incluso necesario un método conductual para «ordenar» la sociedad, pero hoy en día vemos que los métodos basados en castigo-premio se nos quedan cortos, no enseñan valores, sino que generan miedo, rechazo, desconfianza o dependencia.
Necesitamos que nuestros hijos aprendan a vivir, a que sean capaces de ¨tomar decisiones¨, asumirlas y responsabilizarse de ellas, no a obedecer. Es cierto que si queremos resultados a corto plazo sin tener en cuenta las decisiones que puedan tomar nuestros hijos, un grito funciona muy bien, pero ¿qué aprenden con eso? Nada.
Afortunadamente nos estamos dando cuenta que educar no es acotar el camino a nuestros hijos entre castigos y premios para que vayan a donde les digamos, sino darles pautas dentro de unos límites necesarios: respeto y seguridad, para que ellos puedan aprender en su propio camino. Pero lo que me emociona y veo más positivo en esta nueva actitud de búsqueda de madres y padres hacia un nuevo paradigma, es la idea de que educar a nuestros hijos no puede separarnos de ellos, sino todo lo contrario. Escucha, atención, amor incondicional, cariño, diálogo… mucho diálogo. Darles a nuestros hijos e hijas tiempo de «estar a gusto» , eso vale la pena.
¨La conexión en familia es precisamente lo que nos ayudará a educarles mejor, desde el cariño, la comprensión y el respeto¨
José Alfredo Del Moral García 25 octubre, 2019 at 8:50 pm
Saludos desde México!
Nos ha encantado tu taller, mis alumnos han mandado un escrito sobre ello. También me ha gustado tu conferencia, realmente las emociones infringen en la vida cotidiana, nunca desaparecen, están, aún cuando dormimos, en los sueños, en todo están, se alimentan desde el vientre.
ResponderEl trabajo docente es hacer del conocimiento de cada una de ellas, positivas y negativas, yo creo que, al amar ambas emociones creces como persona, te vuelves consciente y humano ante tu alter ego. Los chicos y chicas expresan constantemente las emociones, de una manera natural (por eso en clase enseñamos a controlarlas y reconocerlas), si vemos expresiones de aburrimiento, damos un giro en nuestras expresiones, una sonrisa, o tal vez y porque no, un cuento que tenga gracia, para que saquen una sonrisa o carcajada.
La escuela se ha vuelto el centro a donde recurren niños, por estar en un lugar a veces para salir del ambiente en el que viven ( caso México) pero cantar, saltar, reir, incluso tomarnos un té o una pequeña merienda antes del descanso hace mágico el momento para las emociones.
En fin tenemos mucho que platicar amiga Lorena, espero poder volver a estrechar esa mano y seguir con las pláticas pendientes . Nos has dejado encantados con «Niños emocionalmente felices» cabalgando por su personalidad ese ser mitológico, «un unicornio de emociones», pues vivimos en un «Universo de emociones», saludos y de antemano gracias por las experiencias, pero sobre todo por presentarnos a Lorena Rodriguez Alonso mujer llena de emociones y de buenas virtudes, que trata de ir reflejándose en cada uno de sus semejantes. Gracias por la amistad.